lunes, 26 de noviembre de 2012

Carta del Trueno de Sión a los amigos de SANACIÓN DEL PLANETA MADRE TIERRA GAIA

Por: TRUENO DE SIÓN

SALUTACIONES

El Trueno de Sión a los amigos de SANACIÓN DEL PLANETA MADRE TIERRA GAIA (enlace para leer texto de referencia):


La consideración que siento a los que aman la naturaleza y el vegetarianismo es una de las fuentes de mis inquietudes.
Desde Alejandría se sentía el peso de la autoridad de la Iglesia y  ésta estableció las reglas de practicar un trabajo extenuante con una disciplina estricta, casi militar. El mensaje de amor al prójimo propuesto por Jesús se cambiaría por el de más responsabilidad cívica y del deber hacia el Estado, algo que beneficiaba al Imperio Romano.
Los miembros de esta comunidad cristina de Alejandría eran ascetas y sostenían que las necesidades y sensaciones del cuerpo interrumpían la comunión con Dios, en consecuencia, el placer, el ocio, el alimento y el sexo no eran compatibles con el verdadero cristiano.

Este concepto religioso ha ido proliferando hasta llegar a nuestros días, sin que el Cielo interviniera a favor de los hombres pobres y torturados. De este modo, la religión cristiana empieza a excluir radicalmente cualquier antropomorfismo de la naturaleza del hombre.

“El SENTIDO siempre está fluyendo,
suaviza las aristas.
No sé de quién es hijo.
Parece anterior a Dios”
(Tao The King, Lao Tse)



Todos los seres vivos tienen un cuerpo y fuera de este, la vida no existe, la vida solo existe tal y como la contemplamos. Cuerpo, mente y alma son entidades inseparables, de modo que cuando el cuerpo va al polvo, la mente o recuerdo se disipa a perpetuidad eterna. Del alma solo queda el eco que el Cielo recogió (si Dios llegó algún día a fijarse en dicha alma), de lo contrario, pasará aquello de lo que nos habla Salomón en Eclesiastés 9: 4-6: “Aún hay esperanzas para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”.

Sin embrago, el ser absoluto en su forma trinaria, es decir, cuerpo, mente y alma, posee la potencialidad existencial del mundo espiritual. No obstante, los procesos del desarrollo espiritual deben producirse en el seno de dicha existencia trinaria; es por ello que en la metafísica del desarrollo de la espiritualidad es donde el hombre puede aspirar a Dios, Ezequiel 18: 4 “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”.
Fuera del terreno especulativo se descubre dos formas en el hombre en relación al conocimiento del bien y del mal que marcan la capacidad de discernimiento, dicha capacidad sobre el bien y el mal se adecua y está en relación con nuestros actos de vida. Así pues, el sabio anuncia su expresión teórica de la aplicación práctica que experimenta con sus actitudes.

La benevolencia o moralidad, noción suprema del cristianismo y del Reino de los Cielos, consiste en no hacer daño a nada ni a nadie, así las obras se llevan a cabo y los asuntos siguen su curso, el curso del profeta Daniel expuesto en el capítulo 1: 21 donde se nos dice que para no contaminarse con la comida asignada por el rey Nabuconodosor de Babilonia  (la misma comida que comía el propio rey), este le pidió al jefe de los eunucos que le dieran de comer legumbres y agua para beber y que al cabo de los diez días compararan sus rostros con aquellos que comían la comida del rey. Al cabo de los días apareció el rostro de Daniel y de sus tres amigos, mejores y más robustos, a estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias, así Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.

El sentido de la aplicación de la moral cristiana consiste en poner el acento sobre el respeto a la naturaleza y a las leyes naturales. Esta es la disposición anímica apta para entender el vegetarianismo, esta es la opción de “no matarás”, es la virtud cristiana de que “el mayor debe servir al menor” (no comerse a los animales por el hecho de ser seres inferiores).



La interpretación de la ley de Dios debe considerarse en el espacio y en el tiempo, pongamos un ejemplo de como Jesús enseña sobre el divorcio en Mateo 19: 6-8: “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios  juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón  Moisés os permitió repudiar a nuestras mujeres; mas al principio no fue así”.

En cuanto a lo que nos dice el génesis sobre la alimentación, en un principio fue así, génesis 9: 3-5 “todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento; así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo, pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”.
       
También en el Eclesiastés 3: 13 Salomón nos dice: “Y también es donde Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor”.

El amor actúa, mas no tiene propósitos, el interés personal puede generar situaciones del comportamiento moral cuya regla de conducta pueden llegar a imponer una esclavitud intolerable. En este sentido, el hombre trasgresor no actúa por conciencia sino por ley, unas veces por la ley de Dios (“por la dureza de sus corazones”) al ser incapaz de concebir el sentido y la naturaleza de las cosas creadas (conciencia) y otras veces la trasgresión se debe a su propio interés, interpretando la ley en su propio beneficio, por ejemplo en los proverbios 16: 1-2 se nos dice: “Del hombre son las disposiciones del corazón; mas de Jehová es la respuesta de la lengua. Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa a los espíritus”.



Más vale el halo de la conciencia que la ley por montera, así los israelitas en el desierto recibían el maná de Dios que les caía del Cielo (una especie de pan con miel). Sin embargo, ellos demandaban comer carne, Dios accedió a sus peticiones mandándoles codornices y el resultado de ello fue que les sobrevino una gran mortandad. Pan con miel (el maná) que da vida, la carne genera muerte, estas son las disposiciones libres del hombre para escoger su propio camino, pero tanto Dios como la naturaleza pesan las acciones.          

  
        Un cordial saludo a todos y ánimo para convertir la tierra en un paraíso. 

TRUENO DE SIÓN

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